Ahora te observo, desde mi ventana te veo caminar,
de cuarto vas cambiando
te quedas parada, tus brazos van subiendo al mismo compás de tu blusa,
va cayendo lentamente, tu bello cuerpo es algo
que hasta hoy sigo añorando.
Tus caderas van bailando, mientras que tu pantalón se va deslizando,
al desnudo se va quedando tu cuerpo,
el pecado me recae por desear el roce de tus pechos,
que se me castigue con tu presencia
todos los días de este verano.
Te vuelves a vestir, las cortinas se van cerrando,
tu piel veo desaparecer,
una luz oscura rodea tu cuarto, me imagino que ya empezaste a soñar,
adiós mi amor,
espero que en tus sueños aparezca este pecador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario